Los servicios insertos en el sector funerario son múltiples y muy variados, por lo que, en esta ocasión nos vamos a centrar en aquellas figuras laborales que tienen un trabajo más cercado con el cuerpo del difunto.
El embalsamador. Se trata de la persona encargada de realizar el proceso de embalsamamiento. Un proceso que comporta un alto grado de dificultad. Gracias a este método, se consigue la preservación de un cadáver durante un periodo de años. Aunque, puntualmente se requieren labores de mantenimiento. Se trata de una metodología que ya se aplicaba hace miles de años atrás, siendo el icono más representativo de esta técnica las famosas momias de Egipto.
La tanatoestética. Esta es el área responsable de la imagen y el aspecto final que presenta el cadáver. El correcto desempeño de este trabajo tiene una importancia mayúscula ya que, así lo verán sus familiares y amigos, siendo el último recuerdo que tengan de esa persona. Tareas de aseo, vestimenta, maquillaje, peluquería, son algunas de las principales funciones que este profesional desempeña en su día a día.
La tanatopraxia. En este caso, la tanatopraxia se ocupa de la higienización y mantenimientos del cadáver en lo que se riere a las condiciones de refrigeración etc. Es decir, tiene por objetivo controlar las condiciones externas para garantizar el correcto estado del cuerpo.
Desde Euroinnova Business School se ofrece una amplia formación en este sector. Una formación especializada, impartida desde un enfoque integrativo. Así, podemos encontrar el curso tanatoestetica, el curso de embalsamador y, finalmente, el curso de tanatoestética y tanatopraxia en el que se combinan los conocimientos de sendas disciplinas en aras de adquirir un perfil competencial más completo.
Sara Ávila
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