Muchas son las patologías que pueden causar problemas en el sistema nervioso y por tanto en el habla. Dentro de ellas, una de las más comunes es la tartamudez, que si no se trata en edades tempranas, puede tener una gran repercusión en el desarrollo de la vida adulta ya que muchos de los afectados reconocen tener un nivel bajo de autoestima y miedo a hablar en público o con los demás complicando así su vida cotidiana.
Otra de las enfermedades que suelen ser objeto de tratamiento logopédico, es la esclerosis múltiple, que es una enfermedad crónica progresiva que afecta al sistema nervioso de mujeres principalmente y cuyos síntomas pueden aparecer en forma de fatiga, problemas visuales, exceso de sensibilidad, problemas relacionados con la incontinencia urinaria y alteraciones del habla y la deglución. Se calcula que un 44% de personas diagnosticadas con esta enfermedad son derivadas al logopeda por parte de su neurólogo para solucionar problemas como: disartrias (alteraciones en la articulación de la voz), disfonías (dificultades respiratorias) o la disfagia (dificultad para deglutir).
Las personas que deben de atravesar un nuevo proceso de adaptación como consecuencia de una pérdida en sus capacidades por un daño neuronal, encontrarán un gran apoyo fundamental en el especialista en logopedia, quien guiará sus esfuerzos a tratar de crear una situación lo más parecida posible a la anterior para su paciente.
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